viernes, 9 de agosto de 2013

Gustos compartidos

De chico nunca me sentí del gusto de alguien, no fui de ese grupo popular al que todos querían imitar, no era el mejor para fútbol, ni si quiera practicaba algún deporte, no tocaba instrumentos musicales ni menos era el chico más bonito de la clase.
Quería ser el skater, o el que tocaba batería o el que se quedaba después de clases para practicar algo de basquetbol. Pero esas cosas no me gustaban, me aburrían. Las quería para sentirme aceptado, pero el problema radicaba en que yo no me aceptaba como era.
Cuando dejé de buscar ser quien no era y me mostré tal como soy, me topé con gente para la cual yo era de su gusto. Fue hermoso aprender a quererse. Cuando dejé de ser la copia barata y me presenté como el original, las manos se peleaban por tenerme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario